Xoán Fernández

Xoán Fernández Martínez

Biografía extraída de ‘Galegos’ en ‘Galicia Digital’ http://galegos.galiciadigital.com/es/xoan-fernandez-martinez


Categoría: Pintor
Fecha de Nacimiento: 9 de febrero de 1938
Lugar de Nacimiento: Ribeira (A Coruña)
 
 
 Currículum

Autodidacta ribeirense de larga trayectoria, actualmente vive y trabaja en Palmeira (A Coruña) en su estudio ubicado junto a la Ría de Arousa.

Después de pasar por diversas etapas de signo expresionista y abstracto, desembarcó en una pintura hiperrealista cargada de sutiles resonancias oníricas tras sufrir una fuerte influencia de los pintores flamencos y holandeses del siglo XVII, especialmente de Johannes Vermeer, mientras estuvo, durante nueve años, residiendo en los Países Bajos.

Xoan Fernández participó en numerosas exposiciones individuales y colectivas en Alemania, Holanda, Bélgica, Madrid y Galicia. Ilustró libros y revistas y colabora asiduamente con sus dibujos en La Voz de Galicia.

En su pintura se sirve de una práctica verdaderamente artesanal utilizando métodos clásicos con una visión muy actual en su temática. Su técnica es tan depurada y minuciosa que a menudo invierte meses en realizar un solo cuadro. De ahí que su producción no supera una docena de cuadros por año. Recientemente salió publicada una monografía sobre su obra en uno de los últimos tomos de la Enciclopedia de Artistas Galegos de Nova Galicia Edicións.

 Obras realizadas

EXPOSICIONES INDIVIDUALES
1964. Galería Nurso, Frankfurt (Alemania).
1969. Galería Artes (A Coruña).
1970. Nueva Sala de Exposiciones de la Caja de Ahorros, Vigo (Pontevedra).
1977. Círculo Mercantil. Ribeira (A Coruña).
1978. Pub ‘Modus Vivendi’, Santiago (A Coruña), Aula de Cultura (Santiago), Sala Caja de Ahorros (Vigo) y Aula de Cultura (A Coruña).
1979. Sala Caja de Ahorros (Pontevedra) y Aula de Cultura (A Coruña).
1981. Aula de Cultura (Santiago), Liceo Marítimo (Vilagarcía) y Aula de Cultura (A Coruña).
1982. Antigua Sala (Vigo), Galería Sementeira, Noia (A Coruña) y Pub ‘O Patacón’ (A Coruña).
1983. Galería Abracadabra (Vigo) y Pub ‘Jardín Umbrío’ (Pobra do Caramiñal).
1988. Casa de España en Amberes (Bélgica).
1990. Lar Galego en Rotterdam (Holanda) y Museo Valle-Inclán (Pobra do Caramiñal).

EXPOSICIONES COLECTIVAS
1966. Dirección General de Bellas Artes (Madrid).
1967. I Muestra de Arte Gallego, Ribeira (A Coruña).
1970. I Bienal Regional de Arte (Pontevedra).
1972. Bienal Regional de Arte (Pontevedra).
1978. Colectiva pro-trabajadores ‘Ascón’, Sala Van Gogh (Vigo).
1979. ‘Cinco Pintores Galegos’, Sala de Arte (Vigo).
1980. ‘Xuntanza Cultural das Comunidades do Barbanza’ (Santiago), ‘II Mostra de Arte Galego’ (Ribeira) y ‘V Bienal de Pintura Meigas e Trasgos’ (Sarria).
1981. ‘Colectiva Obradoiro C.A.B.’, Aula de Cultura (Santiago), ‘Pintores do Barbanza’, Centro Cultural de Boiro (A Coruña), Exposición Homenaje a El Salvador (Santiago), ‘Plástica Galega’, Décimo Ciclo (Vigo) y ‘Homenaxe a Castelao’, Rianxo (A Coruña).
1982. ‘Día das Letras Galegas’, Boiro (A Coruña) y ‘Mostra de Pintura da II Universidade Popular’, Corcubión (A Coruña).
1983. ‘A pintura galega hoxe’, Ayuntamiento de A Coruña (A Coruña).
1985. ‘Semana Cultural dos Hispanofalantes’, Amsterdam (Holanda).
1990. ‘Cultuur uit Oost en West’, Amberes (Bélgica).

TRABAJO GRÁFICO
1979. Portada número especial dedicado ó Barbanza, ‘La Voz de Galicia’.
1980. ‘Aventura, ventura y desventura de los caballos de A Barbanza’ y ‘Os Canteiros Galegos’, Carlos García Bayón, ‘La Voz de Galicia’.
1981. ‘Canciones y refranes de los vinos gallegos’, Xavier Costa Clavell, ‘La Voz de Galicia’.
1982. ‘Centenario La Voz 1882-1982’, La Voz de Galicia; ‘No centenario do nacemento de James Joyce’ Vicente Risco, ‘Revista Dorna’ Santiago y Cartel anunciador de las Fiestas de Ribeira.
1983. Poema de Marcelo Gómez de Castro, ‘Revista Dorna’ Santiago; ‘Valle-Inclán resucita en Puebla del Caramiñal’ Carlos García Bayón, ‘La Voz de Galicia’ y ‘Por las lagunas de la Barbanza’ Carlos García Bayón, ‘Revista La Coruña’.

 Otros datos de interés

Su obra se encuentra en diversas instituciones: Universidad de Santiago, Casa de España en Utrecht, Casa de España en Amberes, Museo Valle-Inclán en A Pobra do Caramiñal,… y en colecciones privadas: Amsterdam, Bruselas, Madrid, Santiago, Vigo, San Sebastián, A Pobra do Caramiñal, Ribeira…

 

Xoán Fernández: una vida condensada en treinta cuadros

El autor palmeirense detiene el tiempo en una crónica pictórica que permite recorrer en una sola sala sus últimos tres decenios

Sentado frente a las pinturas, de pronto rememoras que el arte solo cree en un dios: el silencio de Dios. Ante tal silencio, la voz del poeta Uxío Novoneyra regresa para recitarte levemente al oído: «A pintura fala dun tempo que remata en cada alento». En esta constelación y bajo la experiencia de este silencio, que palpita en cada obra, se siente que lo que ha existido se une con el ahora, como en el trallazo de un rayo. Por eso, a diferencia de los soportes tecnológicos, los cuadros se pueden permitir el lujo de ser estáticos, porque han capturado el enigma real y, con él, se mueven perpetuamente.

Mirando, que no viendo, los lienzos de Fernández uno piensa que tal vez pintar es abrir una crítica detención del tiempo en medio de nuestra cronología acelerada. De otro modo, la pintura, traicionando la temerosa obsesión de nuestro consenso social, logra que por fin ocurra algo; pone un poco de fiebre en nuestra frialdad afectiva, una fulguración en la opacidad de nuestra vida cotidiana.

Explosión de colores

Quizá abre la puerta de lo visible para que en la penumbra asome la sombra de lo invisible, o la ráfaga de una reminiscencia. Pensemos, por ejemplo, en esa explosión de vivos colores que, como enigmas, destellan en la mayoría de los cuadros abstractos (casi todos sin título), que aparecen intercalados entre los figurativos de una colección que permanecerá abierta hasta el próximo 28. Esas fulgurantes combinaciones de colores que a veces (no todas) se expanden desde un punto central, como variaciones de un nudo cardinal, parecen recordarnos que viven en nuestra intuición dos memorias distintas de las imágenes.

Unas se mantienen colgadas ?figuradamente? en la sala de la cronología pública, remitiendo unas a otras en la cobertura publicitaria que las protege. Otras, de más difícil acceso y raras, por así decirlo, nos detienen con una acumulación extraña del tiempo. Tiemblan con el tiempo dentro, en una vibración que reúne lo concreto y lo abstracto. Como ocurre en estos pequeños cuadros de Fernández.

Tal vez en cada una de las obras, de una u otra manera, alienta todo lo que ha vivido, amado, temido y sentido el pintor, como si todo eso no fuera seguro y por eso tuviese la imperiosa necesidad de plasmarlo en unos humildes lienzos, como si se tratase de un recorrido clandestino a plena vista, de una crónica de momentos carentes de ninguna otra épica que la de existir.